Puntos por considerar:

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• Salud y seguridad: Las aves, como las palomas y gaviotas, pueden ser portadoras de enfermedades que pueden afectar a los empleados y clientes. Por ejemplo, las heces de las aves pueden transmitir enfermedades respiratorias y gastrointestinales. El control de aves ayuda a prevenir la propagación de estas enfermedades y mantener un ambiente seguro y saludable en el lugar de trabajo.
   

• Daños a la propiedad: Las aves también pueden causar daños importantes a los edificios e instalaciones empresariales. Sus nidos, plumas y excrementos pueden obstruir sistemas de ventilación, desagüe o equipos eléctricos. Además, el ácido contenido en sus excrementos puede corroer materiales como metal o piedra, lo que resulta en costosos arreglos o reparaciones.
   

• Imagen corporativa: La presencia excesiva o descontrolada de aves en un negocio puede tener un impacto negativo en la imagen corporativa. Los clientes pueden percibirlo como descuidado o poco higiénico si hay muchas aves merodeando el área del negocio.
   

• Cumplimiento normativo: En algunos lugares existen regulaciones legales respecto al control de plagas animales, incluidas las aves urbanas consideradas como plagas problemáticas por su capacidad para transmitir enfermedades graves o causar daño estructural a propiedades.
   

• Productividad laboral: La presencia constante o ruidosa de aves puede distraer a los empleados e interferir con su capacidad para concentrarse en sus tareas diarias, lo que podría afectar negativamente la productividad laboral.
   

En resumen, el control adecuado de las poblaciones locales y salvajes de aves es crucial para minimizar riesgos sanitarios, proteger la propiedad empresarial e imagen corporativa además del cumplimiento normativo vigente.